Este vino proviene de los viñedos legendarios de Pauillac, cuna de algunos de los vinos más finos de Burdeos. Château Mouton-Rotchschild 2016 es la quintaesencia de la elegancia y la complejidad. Sus intensos aromas a cassis, grosella negra y violetas se entrelazan con notas de grafito, cuero, tabaco y especias. En boca, es poderoso pero sedoso, con taninos maduros envueltos en una acidez vibrante. Sabores de frutos negros, chocolate amargo y regaliz se despliegan en un largo y vibrante final. Este vino de guarda alcanzará su máximo esplendor dentro de 10 a 15 años, pero es tan cautivador ahora como lo será entonces. Coleccionistas de todo el mundo ansían añadir una botella de esta añada legendaria a sus bodegas. ¿Y quién podría culparlos? Este es, sin duda, uno de los grandes.